Conocido en gran parte del país, el ololiuhqui es un enteógeno que se prepara con una pequeña semilla de color oscuro que crece en suroeste de México, ésta se extrae de dos plantas, una conocida como badoh o cóatl xoxohuqui —término prehispánico— que se traduce literalmente del náhuatl al español como “serpiente azul celeste”, el alcaloide que contiene esta semilla es el conocido ácido lisérgico (LSA), sus efectos son muy parecidos a los del LSD, ya que ambos provienen de la misma familia. Esta extraordinaria semilla la han usado por muchísimos años los grupos indígenas habitantes del centro y sur de México, sin duda alguna esta semilla constituye un enteógeno de los más utilizados en el mundo indígena actual. Bernardino de Sahagún, registró su uso y efectos en los indígenas mexicas, el cual data del siglo XVI.
En la actualidad, los mazatecos y principalmente los habitantes de la chinantla —chinantecos— utilizan estas semillas para realizar ritos de adivinación principalmente cuando hay alguna cosa perdida, supuestamente el Dios que reside dentro de la semilla les ayuda a encontrar lo que está perdido, así nos damos cuenta que frecuentemente las experiencias sostenidas con el ololihuqui llegan a ser tremendos viajes hacia el exterior, acompañados de visiones nítidas y regularmente agradables con cierta sensación de pesadez y aletargamiento, un viaje puede convertirse en la excursión cumbre de nuestra vida, explorando mundos distintos a los cuales seguramente será imposible acceder con otro tipo de enteógeno.
Según el rito de los chinantecos de Oaxaca, las plantas que dan esta semilla están divididas en dos, macho y hembra, así se dice que el macho es el conocida Badoh (Ipomea violácea), mientras que la hembra viene siendo el Angelito (Turbina Corymbosa), de esta manera los hombres tomarán las semillas del macho y las mujeres de las de la hembra; hay una gran diferencia entre las semillas macho y hembra ya que las macho (de un color mucho más obscuro) son el doble de fuerte que las hembra(de un color café), así las semillas hembra deberán duplicar la dosis. Según la antigua tradición prehispánica estas semillas se toman en múltiplos de siete, comenzando así con la dosis baja en siete semillas y la alta en veintiuno, se recomienda no exceder esta dosis, ya que el ololihuqui puede llegar a ser muy peligroso, una dosis media de 14 semillas es suficiente para tener una buena experiencia que dura alrededor de cinco horas.
Para la preparación del ololihuqui, debemos primero extraer cuidadosamente las semillas de la planta, después seleccionaremos la dosis que vamos a consumir y triturar las semillas, ahora habrá que meter las semillas trituradas al agua fría durante hora y media o dos horas, después filtramos el agua y quitamos todos los residuos de semillas, finalmente debemos beber pequeños sorbos del agua impregnada con las semillas durante quince minutos, no importa que no se beba todo el líquido, con lo que se haya alcanzado a tomar será suficiente, los efectos se comenzarán a sentir de inmediato, cabe destacar que los efectos finales del ololihuqui pueden ser desagradables, esto siempre y cuando se excedan las dosis antes mencionadas.
Hay una planta que llaman cóatl xoxouhqui, y cría una semilla llamada ololihuqui; esta semilla emborracha y enloquece. Danla por bebedizo para hacer daño a los que quieren mal, y los que la comen parecen que ven visiones y cosas espantables...
Bernardino de Sahagún